Muchas personas aprovechamos para hacer una cierta reflexión sobre la marcha de nuestros proyectos, tanto profesionales como personales. Esa reflexión nos trae muchas veces la duda de si debemos cambiar cosas aunque no nos vaya mal. La respuesta no puede ser otra que si. Necesitamos cambiar cosas, porque nuestro sector lo está haciendo, nuestros clientes también, algunas de las farmacias más cercanas de nuestros compañeros también lo hacen y nuestros competidores no farmacias no digamos.
Para cambiar y hacer cosas nuevas muchas veces me encuentro con carencias en conocimientos o habilidades que me llevan a plantear que me debo de formar yo o formar a mis colaboradores, luego la formación es necesaria para plantear cambios en mi farmacia. Además de esto os apuntamos estas cinco razones por las cuales debo de hacer formación en mi farmacia
1. Porque vivimos en un mundo en el que lo único permanente es su constante cambio. Nuestro sector está cambiando de forma muy rápida en los últimos años, vemos como la facturación de recetas disminuye y cómo tenemos que ponernos las pilas para no perder clientes y para conseguir vender cada vez más venta libre, si no queremos que esa disminución de la facturación se lleve por delante alguno de los puestos de trabajo de la farmacia.
2. Porque contribuye a la mejora de la parte más importante de la empresa, “sus personas”. La formación se debe plantear como un proceso en el que se eliminen las diferencias que existan entre las habilidades de mis empleados y aquellas que se le deberían exigir en el puesto de trabajo que ocupan. Y no me estoy refiriendo tanto a conocimientos como a habilidades, por ejemplo las habilidades sociales, comerciales, directivas, etc.
3. Porque mejora la eficacia de nuestra farmacia. Para que una formación sea eficaz tiene que ser útil, centrándola en la adquisición de habilidades y actitudes; práctica, es decir, es importante que se oriente a su aplicación en el trabajo diario; dirigida a la obtención de una mejora de forma continuada y finalmente eficiente, es decir, tiene que conseguir el uso más apropiado de los recursos que consume, es decir, no emplear un tiempo excesivo, hacerlo de la forma más cómoda para quien se forma y con una metodología adecuada.
4. Porque la tecnología se está incorporando a nuestras vidas cada vez más y no debemos de quedarnos atrás. Las nuevas generaciones son nativos de la tecnología y se enfrentan a ella de una forma natural, mientras que los más mayores la perciben como una barrera. Ellos crecieron en un entorno de videojuegos, ordenadores, etc. y para ellos es una motivación resolver un problema que les presenta su utilización, mientras que los más mayores muchas veces se bloquean en el momento en el que no consiguen aquello que quieren de la tecnología y tienden a pensar que eso no es para ellos o que no serán capaces de resolverlo. La anécdota de quien creía que el lector de CD-DVD del ordenador de sobremesa era en realidad para poner el vaso del café no es más que un ejemplo.
5. Porque en determinadas condiciones es gratis. Las empresas, por pequeñas que sean, disponen de cuotas destinadas a la formación de los trabajadores. Las empresas pagan los cursos de formación de sus trabajadores y esas facturas son deducidas de sus seguros sociales, de forma que el resultado es una formación a los trabajadores sin coste adicional alguno para la empresa. La formación bonificada gestionada por la Fundación Tripartita es el camino para hacerlo. Les invito a que si no lo han hecho consulten el crédito disponible para formación en su farmacia, su asesoría o alguno de sus proveedores les ayudará a hacerlo. Anualmente, si no se consume se pierde, por lo que dispone de poco tiempo ya para consumirlo y formar sin coste a sus colaboradores.
Por todas estas razones no debemos de parar de formarnos. Así estaremos en forma para enfrentarnos a lo que nos está ocurriendo