La gestión eficiente de la tesorería es crucial para el éxito y la sostenibilidad de cualquier farmacia. Una buena salud financiera permite a la farmacia cumplir con sus obligaciones, invertir en su crecimiento y enfrentar imprevistos. Sin embargo, diversos factores pueden afectar a la liquidez, generando desafíos que requieren atención inmediata.
Algunos problemas comunes de tesorería que podemos encontrar en las farmacias podrían ser:
Desfase entre cobros y pagos. Una de las principales dificultades de tesorería en farmacias surge cuando hay un desajuste temporal entre los ingresos y los gastos. Esto puede ocurrir por retrasos en los pagos de la administración pública, que en muchos casos es el cliente principal de la farmacia.
Si se tiene que pagar a los laboratorios cada 30 días, pero el Servicio de Salud tarda 60 días en abonar las recetas, esto crea un hueco de tesorería de 30 días que la farmacia debe ser capaz de cubrir.
Exceso de stock. Mantener un inventario demasiado alto puede inmovilizar una cantidad significativa de recursos financieros, afectando a la liquidez disponible para otras operaciones o inversiones.
Podría pasar que, anticipándose a una temporada de gripe intensa, se compren 1.000 unidades de un antigripal. Sin embargo, la temporada podría ser más suave de lo esperado y solo venderse 400 unidades. El dinero invertido en las 600 unidades restantes estaría inmovilizado, afectando a la liquidez.
Falta de planificación financiera. Sin una adecuada previsión de ingresos y gastos, la farmacia puede enfrentarse a situaciones de escasez de efectivo en momentos críticos.
Se puede no prever que, por ejemplo, en agosto debido a las vacaciones, las ventas presenten una bajada importante llevando a que el farmacéutico no tenga suficiente liquidez para hacer frente a las nóminas de sus trabajadores.
Márgenes de beneficio reducidos. La presión sobre los precios de los medicamentos puede llevar a márgenes más estrechos, lo que afecta directamente a la generación de efectivo.
Una farmacia que suele tener un margen determinado en la venta de un medicamento común, si hay cambios en la regulación de precios y pasa a obtener un margen inferior, reduciría significativamente su flujo de caja mensual.
Más allá de su papel esencial en la atención sanitaria, las farmacias son también negocios que requieren una sólida salud financiera para prosperar. La optimización de la tesorería no solo les permite hacer frente a sus obligaciones diarias, sino que también les proporciona la flexibilidad necesaria para invertir en mejoras, ampliar servicios y mantenerse competitivas en un mercado en constante evolución.
Algunas soluciones prácticas y estratégicas que los farmacéuticos pueden implementar para mejorar la gestión de su tesorería, asegurando así la viabilidad a largo plazo de sus negocios mientras continúan brindando un servicio de calidad a su comunidad, podrían ser:
Optimización del fondo de maniobra. Es fundamental mantener un fondo de maniobra positivo. Una buena práctica es asegurar que la tesorería disponible sea al menos el doble de la deuda a corto plazo. Esto proporciona un colchón financiero para enfrentar imprevistos.
Puede darse el caso que, un proveedor importante se retrase en la entrega, causando una caída temporal de las ventas, pero la farmacia puede hacer frente a sus pagos siempre y cuando tenga un buen fondo de maniobra.
Gestión eficiente de inventarios. Es importante implementar sistemas de gestión de stock que permitan mantener un equilibrio entre la disponibilidad de productos y la inversión en inventario. Esto ayuda a liberar recursos financieros sin comprometer el servicio al cliente.
Esta estrategia demuestra cómo la tecnología y la gestión inteligente pueden mejorar simultáneamente la eficiencia financiera y la calidad del servicio en una farmacia moderna.
Negociación con proveedores y acreedores. Buscar acuerdos favorables en los plazos de pago con proveedores puede ayudar a aliviar la presión sobre la tesorería. Sin embargo, es importante mantener relaciones sólidas y cumplir con los compromisos acordados.
Diversificación de ingresos. Explorar nuevas fuentes de ingresos, como servicios de valor añadido o productos complementarios, puede ayudar a mejorar la liquidez y reducir la dependencia de un solo flujo de ingresos.
Por ejemplo, se podría introducir un servicio de seguimiento de pacientes crónicos, cobrando una cuota mensual. De esta forma se generaría un ingreso adicional sin requerir una inversión significativa en inventario.
Uso estratégico de instrumentos financieros. En casos de falta de liquidez puntual, se pueden considerar productos financieros como las pólizas de crédito. Es crucial utilizarlas de manera adecuada y solo para desfases temporales, no para
financiar inversiones a largo plazo. Por ejemplo, solo durante los períodos de desfases entre pagos a proveedores y cobros de recetas del Servicio de Salud y saldarla en cuanto recibe el ingreso.
Una farmacia depende en gran medida de una gestión financiera competente para garantizar su viabilidad y crecimiento. Mediante la implementación de estrategias adecuadas y un seguimiento constante de la situación financiera, las farmacias pueden superar los desafíos de liquidez y construir una base sólida para su futuro. Recuerda que cada farmacia es única, por lo que es importante adaptar estas soluciones a las circunstancias específicas de cada negocio.
En Audifarma, entendemos que los desafíos de liquidez pueden surgir incluso en las farmacias mejor gestionadas.
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Asesora y Consultora de Gestión