El ataque informático sufrido en más de 150 países el pasado viernes 12 de mayo, con más de 250.000 ordenadores infectados, ha sido considerado el más dañino de la era de Internet, fundamentalmente por la magnitud del alcance y de su impacto mediático.
Más allá de que en este tema podríamos profundizar largo y tendido, quiero centrarme en la evidencia más importante que, en mi opinión ha producido este ataque masivo: la alarmante falta de concienciación respecto a la protección de los datos, no solo por parte de los usuarios y trabajadores, sino lo que es más preocupante, de las empresas e incluso de las administraciones públicas a nivel mundial.
Y es que para evitar ser infectados, parece ser que únicamente había que tener en cuenta dos (aparentemente) sencillos pasos:
- No abrir y/o descargar correos electrónicos que no entendemos, o no son de un remitente conocido;
- Instalar las actualizaciones de Microsoft.