La jubilación es el acto administrativo por el que un trabajador en activo, ya sea por cuenta propia o ajena, pasa a una situación pasiva o de inactividad laboral, tras haber alcanzado la edad máxima (65 años y cuatro meses en la actualidad), o por enfermedad crónica grave o incapacidad. Obtiene entonces una prestación monetaria (generalmente insuficiente) para el resto de su vida. Destacar que en España la jubilación es un derecho y no una obligación y por ello muchas veces en la práctica los titulares de farmacia deciden voluntariamente alargar su vida laboral.
Pues bien esta definición tan simple conlleva una serie de decisiones mucho más complejas en el caso de los titulares de farmacia. Es aquí donde entran en juego temas familiares, fiscales y financieros, los cuales hay que tener en cuenta para que el jubilado en cuestión, pueda disfrutar de tan merecido premio en unas condiciones óptimas desde todos los puntos de vista. Por ello, se vuelve imprescindible planificar a conciencia el paso de trabajador activo a pensionista/rentista.
Lo primero que tenemos que tener claro a la hora de plantearnos la jubilación es ¿qué pensión nos va a quedar?, el farmacéutico titular como empresario individual que es, habrá pagado religiosamente durante los años del ejercicio de su profesión una cuota de autónomos según su base de cotización elegida. Pues bien accediendo al siguiente link de la Seguridad Social pueden calcular la pensión que les quedará tras la jubilación https://sede.seg-social.gob.es/Sede_1/ServiciosenLinea/Ciudadanos/231479 .
El siguiente paso sería ver de qué sistemas de ahorro privado (planes de pensiones, planes de jubilación, rentas vitalicias….) se dispone y de qué manera conviene cobrarlos, para completar nuestra jubilación. Mucho cuidado con el momento y la forma del cobro de determinados productos, pues podemos llevarnos un disgusto fiscalmente hablando. Y la tercera parte sería decidir qué hacemos con lo que en la mayoría de los casos ha sido nuestra principal fuente de renta hasta el momento “la oficina de farmacia” y aquí es donde entran temas familiares puesto que normalmente constituye una parte fundamental del patrimonio de la familia y hay que dejar muy bien atado las legitimas de cada heredero legal.
Este artículo pretende hacer ver al titular de farmacia, una serie de factores a tener en cuenta a la hora de tomar la decisión de la jubilación, algunos son los siguientes:
FISCALES: antes de jubilarse es imprescindible hacer un estudio fiscal sobre el momento y la forma de cobrar el plan de pensiones, así como otros productos con ventajas fiscales como los PIAS, PPAs o rentas vitalicias. Considerar la exención en renta (ver si se cumplen los requisitos) de la donación de la Oficina de farmacia así como las bonificaciones existentes en el Impuesto de Sucesiones (que además varían según comunidades autónomas). En caso de venta de la farmacia, plantearse la posibilidad de la exención por reinversión en rentas vitalicias. Y por último si se quiere vender o donar una vivienda después de los 65 años, conviene siempre que esta sea la vivienda habitual (puesto que en este caso estaría exenta), y para ello ha de ser la residencia del contribuyente durante un plazo continuado de tres años.
FINANCIEROS: conviene hacer un estudio sobre la situación financiera del farmacéutico después de la jubilación y para ello habrá que considerar entre otros estos temas: ingresos de la pensión de jubilación, ingresos por ahorro privado (capital de los almacenes de distribución incluido), posibles ingresos de alquileres de inmuebles, liquidez de las inversiones que se mantienen en el patrimonio, posible cobro de la venta de la oficina de farmacia (si nos interesa de golpe o con pago aplazado, en caso de vender a un hijo). En definitiva lo ideal es hacer un plan tal, que al pensionista le queden suficientes ingresos para satisfacer todas sus necesidades y pueda disfrutar de la jubilación sin preocupaciones económicas.
FAMILIARES: llegada la edad de jubilación otro de los principales problemas que se plantea es ¿qué hacer con la farmacia? Y aquí me temo que no hay una respuesta válida para más de una persona, ya que cada situación familiar es distinta. No obstante, si hay una serie de circunstancias que afectan a la decisión final y que les resumo para que recapaciten sobre los mismas: número de hijos, número de hijos farmacéuticos y no farmacéuticos, % que representa el valor de la farmacia sobre el total del patrimonio del titular de la oficina de farmacia, legitima, tercio de mejora y tercio de libre disposición, venta con pago aplazado, donación colacionable o no colacionable…
En definitiva, la jubilación del titular de la oficina de farmacia conlleva una serie de decisiones que merecen la pena ser planificadas con suficiente antelación para no tener problemas de carácter financiero-fiscal pero sobretodo familiares.
Si quiere profundizar sobre este tema, está pensando en la jubilación o en empezar a planificar la misma, nuestro departamento de asesoría fiscal pone a su disposición un servicio específico para tal fin en el que nuestros asesores estudiarán su situación y le darán la respuesta más adecuada a su situación. Consulte con nuestros asesores y disfrute de su jubilación.
Eduardo Marín Agulló
Responsable asesoría fiscal de Audifarma