La tradición de desdoblar el prospecto de papel con letra diminuta ha sido una constante en la experiencia de tomar medicamentos. Sin embargo, la Comisión Europea ha estado preparando una reforma, que busca transformar esta práctica. La propuesta abre la puerta a eliminar los tradicionales prospectos en papel que se encuentran dentro de los envases de medicamentos y da la bienvenida a una alternativa tecnológica: los códigos QR y sistemas similares. La reforma concede a cada Estado miembro cierto margen de flexibilidad en su ejecución, por lo que es importante reconocer que la implementación de esta reforma puede llevar tiempo y variar de un Estado miembro a otro. En el caso de España, se observa una inclinación hacia la implementación en medicamentos de uso hospitalario, mientras que, por el momento, se conservan los prospectos en papel para los medicamentos disponibles en farmacias.
La reforma que propone la Comisión Europea se rige por encaminar un sistema de salud más sostenible y hacia la digitalización, ya que la eliminación de los prospectos en papel constituye un paso importante hacia la reducción de la huella ambiental. La digitalización por su parte aumenta la accesibilidad de la información actualizada, conforme surgen nuevos datos a partir de ensayos clínicos y estudios de investigación, además de acceder a la información en tiempo real, mientras que los prospectos en papel se pueden quedar desfasados.
A pesar de las prometedoras ventajas que ofrece la propuesta de la Comisión Europea para reemplazar los prospectos en papel por tecnologías como códigos QR, es fundamental reconocer los posibles riesgos y desafíos asociados. Uno de los aspectos más críticos a considerar es la potencial exclusión de las personas vulnerables y con menos acceso a la tecnología.
La era digital ha revolucionado la forma en que accedemos a la información, pero también ha dejado atrás a quienes no están familiarizados con la tecnología o no tienen acceso a dispositivos móviles. Las personas mayores y aquellos que no están cómodos con la tecnología podrían quedar marginados de esta nueva forma de acceder a los prospectos. Esto podría resultar en una falta de comprensión sobre los medicamentos que consumen, aumentando el riesgo de efectos secundarios no deseados o interacciones medicamentosas.
Si esta reforma se extendiese hasta los medicamentos que se comercializan en la farmacia, el rol de los farmacéuticos adquiriría una importancia aún mayor en la atención al paciente, pudiendo convertirse en el factor diferenciador entre unas farmacias y otras. Aquí es donde la empatía adquiere una importancia extraordinaria. La habilidad para escuchar activamente también se convierte en una herramienta esencial para entender las necesidades específicas de cada paciente. Incluso los pacientes de edad avanzada o confusos recurren a la farmacia en busca de orientación sobre los medicamentos, y también solicitar una copia en papel del prospecto, ya que dentro de la caja solo se proporciona un código QR con toda la información. Además, es muy importante que los farmacéuticos sean capaces de comunicar de manera efectiva los detalles esenciales de los medicamentos, teniendo la capacidad de traducir información técnica en un lenguaje accesible y destacar los datos clave para que el paciente tome el medicamento de forma adecuada. Por lo tanto, brindar un trato amable y personalizado es un pilar esencial en la construcción de una relación de confianza, este trato afectuoso no solo aumenta la satisfacción del cliente, sino que también fomenta la lealtad hacia la farmacia.
En conclusión, la digitalización hacia la que avanza la Comisión Europea y que tarde o temprano acabará llegando al ámbito de la farmacia en España, sitúa a los farmacéuticos en el centro de la atención al paciente. Su capacidad para ofrecer empatía, un trato amable y brindar información clara será esencial para asegurar que los clientes se sientan seguros y respaldados en sus decisiones de tratamiento.
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