¿Farmacia grande o gran farmacia?

En el sector farmacéutico, es común escuchar debates sobre el tamaño de las farmacias y su impacto en el éxito del negocio. ¿Es mejor ser una farmacia grande, con una alta facturación y un amplio espacio físico, o una gran farmacia, reconocida por su excelencia en la atención al paciente, su servicio al cliente y su aportación a la sociedad?. Este artículo busca invitar a los titulares de oficina de farmacia a reflexionar sobre esta cuestión y a replantear qué significa realmente tener éxito en nuestra profesión.

El mito de la farmacia grande

Cuando pensamos en una «farmacia grande», solemos asociarla con un alto volumen de ventas, un espacio físico considerable y una amplia oferta de productos. Sin duda, estas características pueden parecer atractivas desde un punto de vista empresarial. Una farmacia grande puede beneficiarse de economías de escala, mayor visibilidad y capacidad para atender a un gran número de clientes.

Sin embargo, centrarse únicamente en el tamaño o la facturación puede llevar a descuidar aspectos esenciales del negocio. Una farmacia grande no siempre garantiza una experiencia satisfactoria para el paciente ni un impacto positivo en su entorno (empleados, gente del barrio, etc…). Además, competir únicamente por volumen puede ser insostenible a largo plazo si no se acompaña de una estrategia sólida que diferencie a la farmacia en un mercado cada vez más competitivo.

Es bien sabido que la farmacia es un sector regulado y esto hace que la Administración tome decisiones que se plasman en medidas que hacen que la escalabilidad del negocio sea complicado, algunos ejemplos son: deducciones progresivas en función de la facturación de la receta, limitación de distancia a centros de salud y entre farmacias, márgenes decrecientes en medicamentos caros, etc….

La esencia de una gran farmacia

Por otro lado, una «gran farmacia» (pese a ser un término subjetivo) no se define por sus metros cuadrados ni por sus cifras de ventas. Una gran farmacia es aquella que destaca por su compromiso con la salud y el bienestar de sus pacientes, su capacidad para generar confianza y fidelidad, y su contribución al tejido social que la rodea (empleados, el barrio en el que está ubicada, comercios y negocios cercanos, etc…).

Ser una gran farmacia implica tener una visión estratégica que va más allá del día a día y apoyarse en profesionales que sirvan de guía en el cumplimiento de sus objetivos. Es apostar por ofrecer servicios personalizados, escuchar las necesidades reales de los pacientes y trabajadores y adaptarse continuamente a los cambios del sector. En este modelo, el éxito no se mide solo en términos económicos, sino también en el impacto positivo que genera en las personas y la sociedad.

Elementos clave de una gran farmacia

Para convertirse en una gran farmacia, independientemente del tamaño físico o económico, es fundamental trabajar en varios aspectos clave:

  1. Estrategia centrada en el paciente: Poner al paciente en el centro de todas las decisiones es esencial. Esto incluye personalizar las recomendaciones, ofrecer seguimiento farmacoterapéutico y priorizar siempre su salud y bienestar.
  2. Formación continua del personal: Un equipo bien formado es capaz de ofrecer un servicio excelente. Invertir en la capacitación del personal asegura que estén al día con los avances científicos y tecnológicos.
  3. Servicios de valor añadido: Incorporar servicios como sistemas de dosificación personalizados, programas de adherencia terapéutica o campañas educativas puede marcar la diferencia frente a otras farmacias.
  4. Integración tecnológica: Las herramientas digitales pueden optimizar procesos internos y mejorar la experiencia del cliente. Desde sistemas para gestionar citas hasta aplicaciones móviles para recordatorios de medicación.
  5. Compromiso con la salud comunitaria: Las farmacias tienen un papel único como agentes de salud pública. Participar activamente en campañas locales o colaborar con asociaciones puede reforzar su posición como referentes sanitarios.
  6. Tener una adecuada estrategia financiero/fiscal: analizar la cuenta de resultados periódicamente, llevar una contabilidad presupuestaria y trabajar con proyecciones y planificación fiscal previa, controlar la tesorería y decidir la estrategia de cobros/pagos y apalancamiento del negocio, tener un cuadro de mandos adecuado y revisarlo asiduamente, son algunas medidas que marcarán la diferencia en la gestión de tu oficina de farmacia.

Casos inspiradores

Existen numerosos ejemplos de farmacias que han demostrado que no es necesario ser «grande» para ser «gran». Farmacias pequeñas que han sabido diferenciarse ofreciendo atención personalizada o especializándose en áreas como dermofarmacia o productos naturales han logrado fidelizar a sus pacientes, y convertirse en referentes locales.

Por otro lado, también hay farmacias grandes que han tenido malas experiencias al perder el enfoque en el servicio al cliente o al no adaptarse rápidamente a las necesidades cambiantes del mercado. Estos casos nos recuerdan que el tamaño no lo es todo; lo importante es cómo se gestiona y qué valores se priorizan.

El impacto en la sociedad

Las farmacias son mucho más que puntos de venta; son espacios donde se cuida la salud y se construyen relaciones humanas. Una gran farmacia contribuye activamente al bienestar social mediante:

  • La promoción del uso racional del medicamento.
  • La educación sanitaria.
  • La generación de empleo local.
  • El fortalecimiento del tejido comunitario.

En este sentido, cada titular tiene la oportunidad (y responsabilidad) de decidir qué tipo de impacto quiere dejar en su entorno.

Reflexiones finales

El éxito de una farmacia no está necesariamente vinculado al tamaño ni a las cifras económicas; tiene más que ver con la estrategia y los objetivos que se marque cada farmacia, lo que redunda en último término en cómo hacemos sentir a nuestros pacientes/clientes, cómo contribuimos a mejorar su calidad de vida y cómo marcamos la diferencia en nuestra comunidad. Ser una gran farmacia significa ser relevante para quienes confían en nosotros.

Desde Audifarma entendemos los retos que enfrentan los titulares de oficina de farmacia hoy día. Por ello, trabajamos cada día para ayudarles a convertirse en grandes farmacias, independientemente del tamaño físico o económico. Nuestro compromiso es acompañarles con estrategias personalizadas, a través del asesoramiento, la consultoría y la formación que les permitan destacar por su valor profesional.

¿Y usted? ¿Qué tipo de farmacia quiere ser?

Eduardo Marín Agulló Responsable asesoría fiscal Audifarma