Vuelta al cole en los indicadores de la farmacia

En este artículo vas a ver cómo llevar un seguimiento de tus indicadores de gestión tras el período veraniego y qué hacer cuando los resultados no son satisfactorios. ¿Aprovecháis el verano para hacer balance y pensar en aspectos de la gestión de la farmacia que os gustaría mejorar? Desde que éramos estudiantes se crea en nosotros un cierto hábito de medir nuestros logros en términos de curso en lugar de año natural, es decir, afrontamos el período estival como si fuera el final del curso y durante el período vacacional que lo suele acompañar aprovechamos para hacer balance. En otros casos, el paréntesis estival también nos sirve para tomar un respiro y ver cómo llevamos el año, de forma que encaremos la recta final del año como si de un sprint se tratara para tratar de lograr aquellos objetivos que se nos están resistiendo. En ambos casos, la vuelta al cole que supone este mes de septiembre nos sirve para volver a poner el foco en nuestras metas anuales y ver cómo vamos respecto a los objetivos que nos habíamos marcado en forma de indicadores con los valores que queríamos conseguir. Recordamos, siguiendo nuestro contenido de los artículos anteriores: - ¿Cómo establecer metas y objetivos en la farmacia?Cuadro de mando: medir para mejorar en la farmacia Que habríamos fijado esas metas y objetivos referidos al menos a las siguientes áreas claves de la gestión de la farmacia:
  1. Ventas
  2. Compras
  3. Gastos
  4. Almacén
  5. RRHH
Que seleccionaríamos para cada uno de dichos objetivos un indicador y un valor para el mismo que nos permita medir si hemos alcanzado el éxito en la meta que nos habíamos propuesto. En muchos de los casos veremos, cuantificado en el tiempo, que nuestro camino hacia el logro de dicho objetivo está siendo exitoso, por ejemplo, si nos propusimos crecer un 5% nuestra venta libre este año respecto al anterior, y en los primeros 6 u 8 meses del año, llevamos un crecimiento del 5’5% respecto al mismo período del año anterior, la tranquilidad será la tónica y una cierta satisfacción por lo conseguido nos invadirá, pero qué ocurre cuándo en alguno de nuestros objetivos vemos que los resultados no están siendo los esperados. Me interesan más las situaciones que se derivan de este segundo caso porque es donde realmente podemos aprender y avanzar, es en las dificultades donde se obtienen lecciones que luego nos hacen crecer como gestores. Tal y como explicamos en nuestro artículo ¿Cómo establecer metas y objetivos en la farmacia? la forma de definir un indicador era hacerlo siguiendo la estructura de los cuatro pasos, esto es, en primer lugar, definirlo, en segundo lugar, tener claro para qué lo medimos, en tercer lugar, cómo lo calculamos y en cuarto lo que se refiere a las palancas o planes de acción para influir en el resultado de dicho indicador. Pues bien, cuando no estamos siendo capaces de conseguir el resultado que nos habíamos puesto como objetivo debemos de volver a analizar esos planes de acción que habíamos puesto en marcha y que no están resultando efectivos para el logro del objetivo. En algún caso simplemente llegaremos a la conclusión que esas acciones previstas simplemente o bien no se han realizado en absoluto o bien no se han realizado con el ritmo o la intensidad que habíamos calculado. Para este caso es importante este momento porque nos sirve para poner el foco en que dichas acciones se realicen antes de terminar el año de forma que podamos lograr total o al menos parcialmente el objetivo perseguido. En otros casos lo que observaremos es que, aunque los planes de acción se han cumplido, estos no están dando el resultado esperado, en cuyo caso nuestro análisis deberá seguir los siguientes pasos:
  1. ¿El objetivo era de MARTE, por lo menos realista y alcanzable?, ¿o fuimos demasiado optimistas a la hora de fijarlo? A veces simplemente deberemos cambiar el objetivo para nuestro indicador y adecuarlo a lo que es alcanzable.
  2. ¿El plan de acción fijado realmente conduce al logro del objetivo perseguido o podemos encontrar otro camino, realizar otras acciones que nos conduzcan al mismo logro y que no son las que no estaban resultando efectivas?
Este proceso de prueba y error, de acción-reacción resulta muy enriquecedor pues nos va mostrando qué es lo que funciona y qué no, cuánto esfuerzo nos cuesta alcanzar un determinado resultado y nos permite reenfocarnos en otras acciones cuando las primeras no están obteniendo resultados. Este proceso de analizar lo que nos gustaría cambiar, actuar para cambiarlo, estar encima de los logros y reflexionar cuando no obtenemos el resultado pretendido es la esencia de la actividad estratégica que nos permite mejorar cada día y avanzar en el tiempo hacia donde nosotros queríamos sintiéndonos protagonistas de nuestro camino, llevando las riendas de nuestra farmacia y aprendiendo cada día de lo que hacemos que es la clave para mejorar nuestros resultados. Desde Audifarma pretendemos ayudaros en este camino hacia la mejora de los resultados de vuestra farmacia, en el que podréis contar con nosotros y con nuestra experiencia transitando por esos mismos caminos a los que os dirigís. Juan Jesús Sánchez Velázquez Director Audifarma